En una linda playa, conocí al amor de mi vida,
pasaba mis vacaciones de verano con mi familia en un hotel cercano. Era una
joven muy tímida y antisocial, si alguien me hubiera visto en ese tiempo se
sorprendería de que alguien se hubiera fijado en mí.
Mis primas me convencieron de salir con ellas a
pasear por la playa, cuando llegamos corrieron a zambullirse en el agua,
mientras yo me acomodaba debajo de una palmera para leer un libro que había leído
al menos ocho veces. Cuándo me disponía a comenzar a adéntrame en mi mundo de
fantasía, un Frisbee golpeó mi cabeza e hizo que mis anteojos salieran volando,
un chico se aproximaba a mi, pero no alcanzaba a distinguirlo, puesto que
estaba demasiado lejos para una chica que necesita anteojos.
Comencé a palpar la arena, hasta poder encontrarlos,
me los puse tímidamente, y al levantar la cabeza, unos enormes ojos azules me
miraban con cautela.
-¿Estás bien?
Solo sonreí, moviendo la cabeza de arriba a bajo, tomó
el Frisbee de la arena y pensé que se iría a continuar con su juego, pero no lo
hizo. Lanzó el objeto a sus amigos y les gritó ¡Jueguen sin mi, he conocido al
amor de mi vida, y no pienso dejarlo ir!
Y esa frase fue el inicio de nuestra historia de
amor…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario