domingo, 26 de abril de 2015
viernes, 6 de febrero de 2015
Lo que fue de ella. Frases
FRASES
Cada mañana me levanto y me digo esto: Es sólo un día, un periodo
de veinticuatro horas para superarte a ti mismo.
.
Cuando llego al estudio, Aldous está esperando fuera bajo el toldo. Me
mira, luego a mi cigarrillo y regresa a mi cara. Sé por la manera en que me mira, que está tratando de decidir si necesita hacer de policía bueno o
malo. Tengo que verme como una mierda porque opta por el policía bueno.
Los rumores, incluso los verdaderos,
son como las llamas: sofocan el oxígeno, chisporrotean y mueren.
—¿El “Genial” y la “Friki”?
Nunca he golpeado a una mujer en mi vida, pero por un minuto quiero
golpearla en el rostro, darle una idea del dolor que ella está describiendo
tan a la ligera. Pero me contengo y ella sigue, sin idea.
Y sé lo que realmente está preguntando,
incluso si no lo hace: ¿Cómo se siente que la única cosa valiosa que has
creado provenga de la peor clase de pérdida?
¿Y cómo le digo a Aldous, cómo le digo a cualquiera de ellos, que la
música, la adrenalina, el amor y todas las cosas que mitigan lo difícil que
esto se ha vuelto, se han ido? Todo lo que queda es este vórtice. Y estoy
justo en el borde de él.
Mi cuerpo entero está temblando. Lo estoy perdiendo. Un día podría ser
sólo de veinticuatro horas, pero a veces sobrevivir a través de uno sólo
parece tan imposible como escalar el Everest
Mira el atardecer, me digo a mí mismo. Mira algo lleno de
belleza. Pero cuando vuelvo a mirar al cielo este es del color de un
moretón.
Idiota temperamental. Así fue como me llamó la reportera. Ella era odiosa,
pero en eso tenía razón.
Mi mirada regresa a la tierra y cuando lo hace son sus ojos los que veo. No
como los solía ver, a la vuelta de cada esquina, detrás de mis parpados
cerrados al iniciar cada día.
No quiero verla, me digo a mí mismo, no voy a verla. Sólo
quiero escucharla.
Hace 5 años, en nuestra primera cita. Justo como sentí aquella noche, estoy lleno de gran anticipación, aun cuando se que no será como esa noche. Esta noche
no la besaré. O tocaré. O la veré de cerca.
Esta noche escucharé. Y eso será suficiente.
Se fue a Julliard un día después del Día del Trabajador. Yo la llevé al
aeropuerto. Me dio un beso de despedida. Me dijo que me amaba más que
a su propia vida. Luego pasó a través de seguridad.
—Oh —digo escarmentado, confundido. Por un segundo me pregunto si
estoy a punto de recibir una reprimenda.
El guardia dice—: A la señorita Hall le gustaría que viniera detrás del
escenario.
El guardia me lleva a una pequeña habitación,
abre la puerta y la cierra, y de repente ella está ahí. Realmente ahí. Una
persona de carne y hueso, no un fantasma.
Mi primer impulso no es tomarla, besarla o gritarle.
Simplemente quiero tocar sus mejillas, aún enrojecidas por la interpretación de la noche.
Quiero cortar a través del espacio que nos separa, medido en pies, no en
millas, continentes, o años, y llevar un calloso dedo a su rostro. Quiero
tocarla para asegurarme de que realmente es ella, no uno de esos sueños
que tantas veces tuve después de que ella se fue, cuando la veía tan clara
como el día, y estaba listo para besarla o tomarla conmigo, sólo para
despertar con Mia más allá de mi alcance.
No puedo tocarla. Ese es un privilegio que me fue revocado. En contra
de mi voluntad, pero aun así. Hablando de voluntad, tengo que mantener
mentalmente mi brazo en su lugar, controlar el temblor de convertirse en un taladro.
—¿Eres tú de verdad? —Y su voz,
es exactamente la misma. No sé por qué me esperaba que fuera diferente,
excepto que todo es diferente ahora.
Su voz me sacude de nuevo a la realidad. De vuelta a la realidad de los
últimos tres años. Hay tantas cosas que exijo que me diga. ¿A dónde
fuiste? ¿Alguna vez piensas en mí? Me has arruinado. ¿Estás bien? Pero,
por supuesto, no puedo decir nada de eso.
Entonces, ¿cómo estás?
¿Cómo estoy? ¿Es en serio? Me obligo a levantar la mirada y ver a Mia por
primera vez. Ella sigue siendo hermosa. No en una manera obvia como
Vanessa LeGrande o Bryn Shraeder. Sino de una forma tranquila que
siempre ha sido devastadora para mí.
Los ojos de Mia encuentran los míos, y por un segundo temo que mi
fachada se derrumbará. Miro hacia otro lado.
Por tres meses, yací acostado en mi cama de la infancia, deseándome en
coma como Mía había estado. Eso tenía que ser más fácil que esto.
-¿Tú fumas ahora?
—No —Mia responde—. Pero acabo de tener una muy intensa experiencia
y me han dicho que el cigarrillo calma los nervios.
La intensidad de un concierto, a veces me deja reprimido y nervioso. —Así
me siento luego de los shows —le digo asintiendo.
Sacó un cigarrillo para ella, su mano aún temblorosa, así que sigo
prendiendo la punta del cigarrillo con mi encendedor. Por un segundo me
imagino agarrando su cintura para mantener su equilibrio. Pero no lo
hago. Yo sólo persigo el cigarrillo hasta que la llama parpadea a través de
sus ojos y enciende la punta. Ella inhala y exhala, cogiendo un poco. —No
estoy hablando del concierto, Adam —me dice antes de tomar una
elaborada inspiración—. Estoy hablando de ti.
—¿Qué hay acerca de los nombres? —preguntó Mia.
De nuevo al pasado, solíamos ir por nombres de músicos; ella escogería
una cantante de punk de la vieja escuela y yo escogería un músico clásico.
Joan o Frederick. O Debbie y Ludwig.
—Tú escoges —dije, porque no estaba muy seguro cuanto del pasado se
supone que debiéramos revivir. Hasta que vi los nombres que puso. Y
luego casi me caigo. Kat y Denny.
Cuando nota mi expresión se ve avergonzada.
—También les gustaba jugar a los bolos —se apresuró a explicar y cambio
rápidamente los nombres a Pat y Lenny
La miro en las sombras de la ciudad apagada, su cabello cayendo sobre su
rostro y puedo ver que trata de averiguar si me he perdido. Y tengo que
luchar contra el impulso de tomarla por los hombros y estrellarla contra
un edificio cerrado hasta que sintamos las vibraciones resonando a través
de ambos.
Porque de pronto, quiero escuchar sus huesos crujir. Quiero
sentir la suavidad que ofrece su carne, escuchar su grito de asombro
mientras el hueso de mi cadera se estrella contra el de ella. Quiero tirar su
cabeza hacia atrás hasta que su cuello esté expuesto. Quiero rasgar mis
manos por su cabello hasta que su respiración sea entrecortada. Quiero
hacerla llorar y lamer sus lágrimas. Y luego quiero llevar mi boca a la de
ella, devorarla en vida, transmitirle las cosas que no puede entender.
Nunca había visto la Estatua de la Libertad. Hay mucha gente. Aldous me
invitó una vez a un tour en un helicóptero privado, pero yo no me monto
en esos. Pero ahora que ella está justo aquí, puedo ver por qué está en la
lista de Mia. En las fotografías, la estatua siempre luce un poco sombría,
determinada, pero de cerca, es más suave. Pero tiene una mirada, como si
supera algo que tú no.
—Estás sonriendo —me dice Mia.
—Es agradable —dice Mia—. No la he visto en un tiempo.
—¿Quieres saber en dónde viven los espíritus de tu familia?
Repentinamente, siento como si estuviera hablando con un espíritu. El
fantasma de la Mia racional.
—Están aquí —dice ella, dándose un golpecito en el pecho—. Y aquí —dice,
tocándose la frente—. Los escucho todo el tiempo.
—¿Puedes oírlos ahora?
Hace una pausa, escucha, y asiente.
—¿Qué están diciendo?
—Están diciendo es que es un placer verte, Adam.
—No estoy asustada de los osos —dijo Mia desdeñosamente.
—Entonces, ¿Qué es?
—Yo, yo me siento como un objetivo perfecto aquí afuera.
—¿Objetivo perfecto para quién?
—No lo sé, personas con armas. Todos esos cazadores.
—Eso es ridículo. La mitad de Oregon caza. Toda mi familia caza, y ellos
cazan animales no campistas.
—Lo sé — dijo con una vocecita—. No es eso realmente… simplemente me
siento indefensa. Es sólo, no lo sé, el mundo parece tan grande cuando
estas al aire libre. Es como si no tuvieras un lugar, como cuándo no tienes
un hogar —Tu lugar está justo aquí —le susurré, recostándola y abrazándola más
cerca.
-Dejarlo no es duro. La decisión de dejarlo es difícil. Una vez
que te haces la idea, el resto es fácil.
—¿En serio? ¿Esa es la forma en que me dejaste?
Y así, sin pensar, sin decirlo en mi cabeza, sin discutirlo conmigo mismo
por días, sale.
—Estabas tan ocupado tratando de ser mi salvador que me dejaste sola —
dice—. Sé que estabas tratando de ayudar, pero me sentía, a la vez, como
si estuvieras apartándome, ocultándome cosas por mi propio bien y
convirtiéndome en más que una víctima.
Después de todo, los he perdido, también.
Sólo el estar aquí, estar lejos, fue todo mucho más fácil de una
manera que no había previsto. De una manera que no pensé que mi vida
podría ser más. Fue un gran alivio.
Ella dice que tengo que elegir: elegirte, o elegirme. Ella es
la última en pie.
No podía llamarte en un principio.
—¡¿Por qué?! —le grito—. ¿Por qué no?
Mia me enfrenta ahora. El viento está azotando su cabello de esta manera
en la que se ve como una especie de bruja mística, bella, poderosa, y
escalofriante al mismo tiempo. Ella niega con la cabeza y comienza a
alejarse.
¡Oh, no! Hemos llegado hasta aquí por el puente. Ella puede volar la
maldita cosa si quiere. Pero no sin decirme todo. Yo la agarro, le doy la
vuelta para que me enfrente.
—¿Por qué no? Dime. ¡Me debes esto!
Ella me mira, directamente a los ojos. Tomando un objetivo. Y luego
aprieta el gatillo.
—Porque yo te odiaba.
—¿Me odiabas? ¿Por qué?
—Hiciste que me quedara.
¡Tienes que dejarme decir esto, Adam! Tienes que
escucharlo. Hubiera sido más fácil morir. No es que quiera estar muerta
ahora. No lo hago. Tengo mucho en mi vida por lo que siento satisfacción,
que me encanta. Pero algunos días, sobre todo al principio, era tan difícil.
Y no podía dejar de pensar que hubiera sido mucho más sencillo ir con el
resto de ellos. Pero tú… me pediste que me quedara. Me rogaste que me
quedara. Te impusiste sobre mí y me hiciste una promesa, tan sagrada
como cualquier voto. Y puedo entender por qué estás enojado, pero no me
puedes culpar. No me puedes odiar por tomarte la palabra.
Mia está llorando ahora. Estoy atormentado por la pena, porque yo la
reduje a esto.
Y de repente, lo entiendo. Entiendo por qué me llamó a ella en el teatro,
por qué vino a mí una vez que me fui de su camerino. De esto es lo que la
gira de despedida realmente se trata… Mia completando la ruptura que
comenzó hace tres años.
Dejándolo ir. Todos hablan de ello como si fuera la cosa más fácil.
Desplegar tus dedos uno por uno hasta que tu mano está abierta. Pero mi
mano se ha cerrado en un puño desde hace tres años; está firmemente cerrada. Todo en mí está firmemente cerrado. Y a punto de apagarse por
completo.
Debido a
que todo lo que puedo oír ahora es un rugido en mi cabeza, un grito mudo
mientras Mia desaparece y trato de dejarla. Pero hay algo más, también. Una pequeña voz tratando de abrirse paso, de penetrar a través del rugido de nada. Y la voz se hace más fuerte y más
fuerte, y es mi voz esta vez y está haciendo una pregunta: ¿Cómo lo sabe
ella?
Hice lo correcto. Ahora lo sé. Debo de haberlo sabido siempre, pero ha sido
tan difícil de ver a través de toda mi rabia. Y está bien si ella está enojada.
Incluso está bien si ella me odia. Fue egoísta lo que me pidió que hiciera,
aunque terminó siendo la cosa más egoísta que he hecho.
La cosa más egoísta que tendré que seguir haciendo.
Pero yo lo haría de nuevo. Ahora lo sé. Me gustaría hacer esa promesa mil
veces y perderme mil veces de haberla escuchado tocar ayer por la noche o
para verla en el sol de la mañana. O incluso sin eso. Sólo para saber que
ella está en algún lugar. Viva.
Pero yo no estoy llorando por el dolor. Estoy llorando de gratitud.
— Necesitaba alguien
para odiar, y eres al que más amo, por lo que eso cayó sobre ti.
Un Concierto no significa pararse frente a miles de personas
como un blanco. Significa unirse. Significa armonía.
No deseo su muerte. —Hace una pausa—. Aunque no estoy tan segura
con la tuya. Brayn
Las piernas de Mia ya no tocaban el suelo, estaban envueltas
alrededor de mi cintura, sus manos clavadas en mi pelo y mis manos
enredadas en ella. Y nuestros labios… No había suficiente piel, suficiente
saliva, suficiente tiempo, nuestros labios estaban tratando de compensar
todos estos años perdidos. Nos besamos. Se encendieron los interruptores
de alta tensión.
—Seré tu acompañante —le digo—. Tu groupie. Tu utilero. Tu lo que sea.
Dondequiera que vayas, iré. Si así lo deseas. Si no, lo comprenderé.
- Siempre podré componer y tocar.
Incluso grabar de nuevo, pero ahora sólo necesito algo de tiempo a solas
con mi guitarra para recordar por qué me metí en la música en primer
lugar. Me voy de la banda tanto si eres parte de la ecuación, o no. Y en
cuanto a convertirme en tu guardián, en todo caso, yo soy el que lo
necesita.
—Ahora es mi turno de velar por ti —susurra, acercándose a mí,
sosteniéndome y envolviéndome en su manta, como si me estuviera
desmoronando. Me sostiene hasta que puedo recuperar mi cromosoma Y.
No me compartes. Tú me posees.
Yo canto la canción con todo lo que tengo. Entonces llegamos al coro:
Ódiame. Devástame. Aniquílame. Recréame. Recréame. No es así, no es así,
no me vas a recrear.
Cuando me acerco a un lado del escenario, la
veo allí, donde siempre se sintió más cómoda, sin embargo, en el futuro
previsible, ella será mi reflector, y yo voy a ser una de sus cuerdas, y eso
se siente bien, también.
El público sigue cantando, sigue haciéndome caso, y yo sigo caminando
hasta que estoy lo suficientemente cerca para ver sus ojos. Y entonces
comienzo a cantar el estribillo. Con ella. Y ella me sonríe, y es como si
fuéramos las únicas dos personas aquí, las únicas que saben lo que está
sucediendo. Y es que esta canción que todos estamos cantando juntos se
está reescribiendo. Ya no es un escrito furioso gritado al vacío. Justo aquí,
en este momento, por delante de ochenta mil personas, se está convirtiendo en algo más.
Este es nuestro nuevo voto.
Cada mañana me levanto y me digo esto: Es sólo un día, un periodo
de veinticuatro horas para superarte a ti mismo.
.
Cuando llego al estudio, Aldous está esperando fuera bajo el toldo. Me
mira, luego a mi cigarrillo y regresa a mi cara. Sé por la manera en que me mira, que está tratando de decidir si necesita hacer de policía bueno o
malo. Tengo que verme como una mierda porque opta por el policía bueno.
Los rumores, incluso los verdaderos,
son como las llamas: sofocan el oxígeno, chisporrotean y mueren.
—¿El “Genial” y la “Friki”?
Nunca he golpeado a una mujer en mi vida, pero por un minuto quiero
golpearla en el rostro, darle una idea del dolor que ella está describiendo
tan a la ligera. Pero me contengo y ella sigue, sin idea.
Y sé lo que realmente está preguntando,
incluso si no lo hace: ¿Cómo se siente que la única cosa valiosa que has
creado provenga de la peor clase de pérdida?
¿Y cómo le digo a Aldous, cómo le digo a cualquiera de ellos, que la
música, la adrenalina, el amor y todas las cosas que mitigan lo difícil que
esto se ha vuelto, se han ido? Todo lo que queda es este vórtice. Y estoy
justo en el borde de él.
Mi cuerpo entero está temblando. Lo estoy perdiendo. Un día podría ser
sólo de veinticuatro horas, pero a veces sobrevivir a través de uno sólo
parece tan imposible como escalar el Everest
Mira el atardecer, me digo a mí mismo. Mira algo lleno de
belleza. Pero cuando vuelvo a mirar al cielo este es del color de un
moretón.
Idiota temperamental. Así fue como me llamó la reportera. Ella era odiosa,
pero en eso tenía razón.
Mi mirada regresa a la tierra y cuando lo hace son sus ojos los que veo. No
como los solía ver, a la vuelta de cada esquina, detrás de mis parpados
cerrados al iniciar cada día.
No quiero verla, me digo a mí mismo, no voy a verla. Sólo
quiero escucharla.
Hace 5 años, en nuestra primera cita. Justo como sentí aquella noche, estoy lleno de gran anticipación, aun cuando se que no será como esa noche. Esta noche
no la besaré. O tocaré. O la veré de cerca.
Esta noche escucharé. Y eso será suficiente.
Se fue a Julliard un día después del Día del Trabajador. Yo la llevé al
aeropuerto. Me dio un beso de despedida. Me dijo que me amaba más que
a su propia vida. Luego pasó a través de seguridad.
—Oh —digo escarmentado, confundido. Por un segundo me pregunto si
estoy a punto de recibir una reprimenda.
El guardia dice—: A la señorita Hall le gustaría que viniera detrás del
escenario.
El guardia me lleva a una pequeña habitación,
abre la puerta y la cierra, y de repente ella está ahí. Realmente ahí. Una
persona de carne y hueso, no un fantasma.
Mi primer impulso no es tomarla, besarla o gritarle.
Simplemente quiero tocar sus mejillas, aún enrojecidas por la interpretación de la noche.
Quiero cortar a través del espacio que nos separa, medido en pies, no en
millas, continentes, o años, y llevar un calloso dedo a su rostro. Quiero
tocarla para asegurarme de que realmente es ella, no uno de esos sueños
que tantas veces tuve después de que ella se fue, cuando la veía tan clara
como el día, y estaba listo para besarla o tomarla conmigo, sólo para
despertar con Mia más allá de mi alcance.
No puedo tocarla. Ese es un privilegio que me fue revocado. En contra
de mi voluntad, pero aun así. Hablando de voluntad, tengo que mantener
mentalmente mi brazo en su lugar, controlar el temblor de convertirse en un taladro.
—¿Eres tú de verdad? —Y su voz,
es exactamente la misma. No sé por qué me esperaba que fuera diferente,
excepto que todo es diferente ahora.
Su voz me sacude de nuevo a la realidad. De vuelta a la realidad de los
últimos tres años. Hay tantas cosas que exijo que me diga. ¿A dónde
fuiste? ¿Alguna vez piensas en mí? Me has arruinado. ¿Estás bien? Pero,
por supuesto, no puedo decir nada de eso.
Entonces, ¿cómo estás?
¿Cómo estoy? ¿Es en serio? Me obligo a levantar la mirada y ver a Mia por
primera vez. Ella sigue siendo hermosa. No en una manera obvia como
Vanessa LeGrande o Bryn Shraeder. Sino de una forma tranquila que
siempre ha sido devastadora para mí.
Los ojos de Mia encuentran los míos, y por un segundo temo que mi
fachada se derrumbará. Miro hacia otro lado.
Por tres meses, yací acostado en mi cama de la infancia, deseándome en
coma como Mía había estado. Eso tenía que ser más fácil que esto.
-¿Tú fumas ahora?
—No —Mia responde—. Pero acabo de tener una muy intensa experiencia
y me han dicho que el cigarrillo calma los nervios.
La intensidad de un concierto, a veces me deja reprimido y nervioso. —Así
me siento luego de los shows —le digo asintiendo.
Sacó un cigarrillo para ella, su mano aún temblorosa, así que sigo
prendiendo la punta del cigarrillo con mi encendedor. Por un segundo me
imagino agarrando su cintura para mantener su equilibrio. Pero no lo
hago. Yo sólo persigo el cigarrillo hasta que la llama parpadea a través de
sus ojos y enciende la punta. Ella inhala y exhala, cogiendo un poco. —No
estoy hablando del concierto, Adam —me dice antes de tomar una
elaborada inspiración—. Estoy hablando de ti.
—¿Qué hay acerca de los nombres? —preguntó Mia.
De nuevo al pasado, solíamos ir por nombres de músicos; ella escogería
una cantante de punk de la vieja escuela y yo escogería un músico clásico.
Joan o Frederick. O Debbie y Ludwig.
—Tú escoges —dije, porque no estaba muy seguro cuanto del pasado se
supone que debiéramos revivir. Hasta que vi los nombres que puso. Y
luego casi me caigo. Kat y Denny.
Cuando nota mi expresión se ve avergonzada.
—También les gustaba jugar a los bolos —se apresuró a explicar y cambio
rápidamente los nombres a Pat y Lenny
La miro en las sombras de la ciudad apagada, su cabello cayendo sobre su
rostro y puedo ver que trata de averiguar si me he perdido. Y tengo que
luchar contra el impulso de tomarla por los hombros y estrellarla contra
un edificio cerrado hasta que sintamos las vibraciones resonando a través
de ambos.
Porque de pronto, quiero escuchar sus huesos crujir. Quiero
sentir la suavidad que ofrece su carne, escuchar su grito de asombro
mientras el hueso de mi cadera se estrella contra el de ella. Quiero tirar su
cabeza hacia atrás hasta que su cuello esté expuesto. Quiero rasgar mis
manos por su cabello hasta que su respiración sea entrecortada. Quiero
hacerla llorar y lamer sus lágrimas. Y luego quiero llevar mi boca a la de
ella, devorarla en vida, transmitirle las cosas que no puede entender.
Nunca había visto la Estatua de la Libertad. Hay mucha gente. Aldous me
invitó una vez a un tour en un helicóptero privado, pero yo no me monto
en esos. Pero ahora que ella está justo aquí, puedo ver por qué está en la
lista de Mia. En las fotografías, la estatua siempre luce un poco sombría,
determinada, pero de cerca, es más suave. Pero tiene una mirada, como si
supera algo que tú no.
—Estás sonriendo —me dice Mia.
—Es agradable —dice Mia—. No la he visto en un tiempo.
—¿Quieres saber en dónde viven los espíritus de tu familia?
Repentinamente, siento como si estuviera hablando con un espíritu. El
fantasma de la Mia racional.
—Están aquí —dice ella, dándose un golpecito en el pecho—. Y aquí —dice,
tocándose la frente—. Los escucho todo el tiempo.
—¿Puedes oírlos ahora?
Hace una pausa, escucha, y asiente.
—¿Qué están diciendo?
—Están diciendo es que es un placer verte, Adam.
—No estoy asustada de los osos —dijo Mia desdeñosamente.
—Entonces, ¿Qué es?
—Yo, yo me siento como un objetivo perfecto aquí afuera.
—¿Objetivo perfecto para quién?
—No lo sé, personas con armas. Todos esos cazadores.
—Eso es ridículo. La mitad de Oregon caza. Toda mi familia caza, y ellos
cazan animales no campistas.
—Lo sé — dijo con una vocecita—. No es eso realmente… simplemente me
siento indefensa. Es sólo, no lo sé, el mundo parece tan grande cuando
estas al aire libre. Es como si no tuvieras un lugar, como cuándo no tienes
un hogar —Tu lugar está justo aquí —le susurré, recostándola y abrazándola más
cerca.
-Dejarlo no es duro. La decisión de dejarlo es difícil. Una vez
que te haces la idea, el resto es fácil.
—¿En serio? ¿Esa es la forma en que me dejaste?
Y así, sin pensar, sin decirlo en mi cabeza, sin discutirlo conmigo mismo
por días, sale.
—Estabas tan ocupado tratando de ser mi salvador que me dejaste sola —
dice—. Sé que estabas tratando de ayudar, pero me sentía, a la vez, como
si estuvieras apartándome, ocultándome cosas por mi propio bien y
convirtiéndome en más que una víctima.
Después de todo, los he perdido, también.
Sólo el estar aquí, estar lejos, fue todo mucho más fácil de una
manera que no había previsto. De una manera que no pensé que mi vida
podría ser más. Fue un gran alivio.
Ella dice que tengo que elegir: elegirte, o elegirme. Ella es
la última en pie.
No podía llamarte en un principio.
—¡¿Por qué?! —le grito—. ¿Por qué no?
Mia me enfrenta ahora. El viento está azotando su cabello de esta manera
en la que se ve como una especie de bruja mística, bella, poderosa, y
escalofriante al mismo tiempo. Ella niega con la cabeza y comienza a
alejarse.
¡Oh, no! Hemos llegado hasta aquí por el puente. Ella puede volar la
maldita cosa si quiere. Pero no sin decirme todo. Yo la agarro, le doy la
vuelta para que me enfrente.
—¿Por qué no? Dime. ¡Me debes esto!
Ella me mira, directamente a los ojos. Tomando un objetivo. Y luego
aprieta el gatillo.
—Porque yo te odiaba.
—¿Me odiabas? ¿Por qué?
—Hiciste que me quedara.
¡Tienes que dejarme decir esto, Adam! Tienes que
escucharlo. Hubiera sido más fácil morir. No es que quiera estar muerta
ahora. No lo hago. Tengo mucho en mi vida por lo que siento satisfacción,
que me encanta. Pero algunos días, sobre todo al principio, era tan difícil.
Y no podía dejar de pensar que hubiera sido mucho más sencillo ir con el
resto de ellos. Pero tú… me pediste que me quedara. Me rogaste que me
quedara. Te impusiste sobre mí y me hiciste una promesa, tan sagrada
como cualquier voto. Y puedo entender por qué estás enojado, pero no me
puedes culpar. No me puedes odiar por tomarte la palabra.
Mia está llorando ahora. Estoy atormentado por la pena, porque yo la
reduje a esto.
Y de repente, lo entiendo. Entiendo por qué me llamó a ella en el teatro,
por qué vino a mí una vez que me fui de su camerino. De esto es lo que la
gira de despedida realmente se trata… Mia completando la ruptura que
comenzó hace tres años.
Dejándolo ir. Todos hablan de ello como si fuera la cosa más fácil.
Desplegar tus dedos uno por uno hasta que tu mano está abierta. Pero mi
mano se ha cerrado en un puño desde hace tres años; está firmemente cerrada. Todo en mí está firmemente cerrado. Y a punto de apagarse por
completo.
Debido a
que todo lo que puedo oír ahora es un rugido en mi cabeza, un grito mudo
mientras Mia desaparece y trato de dejarla. Pero hay algo más, también. Una pequeña voz tratando de abrirse paso, de penetrar a través del rugido de nada. Y la voz se hace más fuerte y más
fuerte, y es mi voz esta vez y está haciendo una pregunta: ¿Cómo lo sabe
ella?
Hice lo correcto. Ahora lo sé. Debo de haberlo sabido siempre, pero ha sido
tan difícil de ver a través de toda mi rabia. Y está bien si ella está enojada.
Incluso está bien si ella me odia. Fue egoísta lo que me pidió que hiciera,
aunque terminó siendo la cosa más egoísta que he hecho.
La cosa más egoísta que tendré que seguir haciendo.
Pero yo lo haría de nuevo. Ahora lo sé. Me gustaría hacer esa promesa mil
veces y perderme mil veces de haberla escuchado tocar ayer por la noche o
para verla en el sol de la mañana. O incluso sin eso. Sólo para saber que
ella está en algún lugar. Viva.
Pero yo no estoy llorando por el dolor. Estoy llorando de gratitud.
— Necesitaba alguien
para odiar, y eres al que más amo, por lo que eso cayó sobre ti.
Un Concierto no significa pararse frente a miles de personas
como un blanco. Significa unirse. Significa armonía.
No deseo su muerte. —Hace una pausa—. Aunque no estoy tan segura
con la tuya. Brayn
Las piernas de Mia ya no tocaban el suelo, estaban envueltas
alrededor de mi cintura, sus manos clavadas en mi pelo y mis manos
enredadas en ella. Y nuestros labios… No había suficiente piel, suficiente
saliva, suficiente tiempo, nuestros labios estaban tratando de compensar
todos estos años perdidos. Nos besamos. Se encendieron los interruptores
de alta tensión.
—Seré tu acompañante —le digo—. Tu groupie. Tu utilero. Tu lo que sea.
Dondequiera que vayas, iré. Si así lo deseas. Si no, lo comprenderé.
- Siempre podré componer y tocar.
Incluso grabar de nuevo, pero ahora sólo necesito algo de tiempo a solas
con mi guitarra para recordar por qué me metí en la música en primer
lugar. Me voy de la banda tanto si eres parte de la ecuación, o no. Y en
cuanto a convertirme en tu guardián, en todo caso, yo soy el que lo
necesita.
—Ahora es mi turno de velar por ti —susurra, acercándose a mí,
sosteniéndome y envolviéndome en su manta, como si me estuviera
desmoronando. Me sostiene hasta que puedo recuperar mi cromosoma Y.
No me compartes. Tú me posees.
Yo canto la canción con todo lo que tengo. Entonces llegamos al coro:
Ódiame. Devástame. Aniquílame. Recréame. Recréame. No es así, no es así,
no me vas a recrear.
Cuando me acerco a un lado del escenario, la
veo allí, donde siempre se sintió más cómoda, sin embargo, en el futuro
previsible, ella será mi reflector, y yo voy a ser una de sus cuerdas, y eso
se siente bien, también.
El público sigue cantando, sigue haciéndome caso, y yo sigo caminando
hasta que estoy lo suficientemente cerca para ver sus ojos. Y entonces
comienzo a cantar el estribillo. Con ella. Y ella me sonríe, y es como si
fuéramos las únicas dos personas aquí, las únicas que saben lo que está
sucediendo. Y es que esta canción que todos estamos cantando juntos se
está reescribiendo. Ya no es un escrito furioso gritado al vacío. Justo aquí,
en este momento, por delante de ochenta mil personas, se está convirtiendo en algo más.
Este es nuestro nuevo voto.
viernes, 16 de enero de 2015
Microrrelato: El Frisbee del Amor.
En una linda playa, conocí al amor de mi vida,
pasaba mis vacaciones de verano con mi familia en un hotel cercano. Era una
joven muy tímida y antisocial, si alguien me hubiera visto en ese tiempo se
sorprendería de que alguien se hubiera fijado en mí.
Mis primas me convencieron de salir con ellas a
pasear por la playa, cuando llegamos corrieron a zambullirse en el agua,
mientras yo me acomodaba debajo de una palmera para leer un libro que había leído
al menos ocho veces. Cuándo me disponía a comenzar a adéntrame en mi mundo de
fantasía, un Frisbee golpeó mi cabeza e hizo que mis anteojos salieran volando,
un chico se aproximaba a mi, pero no alcanzaba a distinguirlo, puesto que
estaba demasiado lejos para una chica que necesita anteojos.
Comencé a palpar la arena, hasta poder encontrarlos,
me los puse tímidamente, y al levantar la cabeza, unos enormes ojos azules me
miraban con cautela.
-¿Estás bien?
Solo sonreí, moviendo la cabeza de arriba a bajo, tomó
el Frisbee de la arena y pensé que se iría a continuar con su juego, pero no lo
hizo. Lanzó el objeto a sus amigos y les gritó ¡Jueguen sin mi, he conocido al
amor de mi vida, y no pienso dejarlo ir!
Y esa frase fue el inicio de nuestra historia de
amor…
EL Recuerdo de una Helada Noche
Y
ahí estoy yo, corriendo en medio de la noche por la amplia carretera que
conduce a las afueras de la ciudad.
Me
siento asustada y a la vez feliz de salir de aquella prisión que comúnmente la
gente llama hogar. Estoy en la parada del tren, la noche es helada y por mas
que froto mis manos para mantener el calor, no puedo evitar temblar.
Al
dar la media noche, el tren a arribado; Me apresuro a entrar a uno de los
vagones mas cercanos, la temperatura ha cambiado y mis mejillas comienzan a
recuperar su color habitual. Miro por la ventana y el vapor de mi boca empaña
el cristal.
Ya
han pasado quince minutos y el tren empieza a partir, meto mi mano dentro del
bolsillo derecho sacando a la vista mi pequeño cuadernillo rojo en el cual
suelo escribir mis pensamientos; Me resultaba difícil tener que dejarlo en casa
así que antes de huir hurgué en el cajón de mi madre hasta poder encontrarlo.
Abro
mi cuadernillo, comienzo a registrar la hora y el lugar en donde me encuentro y
por supuesto mi próximo destino alguna Universidad para jóvenes escritores y si
es posible lo mas retirado del lugar en donde me crié. La próxima vez que abra
este cuadernillo será cuando haya realizado mi sueño.
Ya
han pasado seis meses, ya viaje en tren, pedí aventones, camine por largas
horas, toqué un sinfín de puertas, dormí en las calles, pasé frio, pasé hambre,
mis ahorros se acabaron, perdí mi paciencia, mi esperanza, mi Fe e incluso mis
sueños.
Hoy
es navidad, la gente tiene sonrisas dibujadas en su rostro las cuales me
contagia, pero me es difícil sonreír, mis labios permanecen inmóviles,
congelados como respuesta del frio.
Un
niño se acerca y me pregunta
¾ ¿Tienes
frio?
¾ Si,
lo tengo.
Me
acabo de dar cuenta que es la primera vez que hablo en estos últimos tres
meses. Algo esta sucediendo y no logro saber qué es, pero después de unos
segundos me doy cuenta que el niño luchaba contra su chaqueta intentando
quitársela para cubrirme del frio.
¾ Toma,
yo tengo muchas en casa –me dice el niño mientras pone su chaqueta alrededor de
mi cuerpo, es tan pequeña que solo me alcanza a cubrir parte de mi cuello.
Antes
de agradecerle al niño por su bondad, mi visión comienza a nublarse y caigo
desmayada.
Cuando
desperté, me encontré en un amplio cuarto con altas paredes blancas, por un
momento pensé que había muerto.
Un
hombre alto con ojos grises y una impecable bata blanca se acercó a mí y me
dijo “Estarás Bien” No entendía lo que sucedía hasta que una enfermera me lo
contó todo.
Resultó
que el padre del niño que me dio su chaqueta aquel día, me trajo inconsciente
al hospital y se encargó de pagar todos mis gastos médicos. Cuando el señor se acercó conmigo se presentó
muy amablemente y me contó que trabajaba como director de una importante
universidad para escritores en California, me dijo que había encontrado mi
cuadernillo rojo de entre mis viejas ropas buscando a alguien a quien llamar
pero solo encontró a una persona con mucho talento, me ofreció la oportunidad
de estudiar en su escuela con una beca del cien porciento y posteriormente me
quedé a trabajar como maestra de literatura. Hoy en día me siento la persona
mas feliz del mundo, he cumplido mi sueño y amo mi trabajo.
Muchas
personas piensan que el talento es cuestión de suerte, pero muy pocos saben que
la suerte es cuestión de talento.
Fabiola St
Resumen Extenso del libro "Los juegos del Hambre: En Llamas"
Los Juegos del Hambre: En Llamas |
El segundo lanzamiento de la exitosa trilogía de Suzanne Collins
titulada “Catching Fire” traducido al español como “En llamas” nos narra la vida de Katniss
Everdeen y Peeta Mellark (tributos del distrito 12) después de resultar
triunfadores de los juegos anuales del hambre se mudan a una nueva casa dentro
de su distrito a la cual el capitolio llama aldea de los vencedores. Pero este
no a acabado, después de que los tributos ganen los juegos anules tiene que
hacer un recorrido por todos los distritos de Panem hablando frente a toda la
gente de distrito, recibiendo ovaciones de ellas pero realmente guardan en
secreto el rencor que tienen hacia Peeta y Katniss por haber matado a sus
tributos.
La mañana del primer día del tour Katniss se encuentra cazando en el
bosque atravesando los limites del distrito, Gale y ella se han estado viendo
todos los domingos ya que Gale comenzó a trabajar en las mina; ella se encarga
de cazar animales y llevárselos a la madre de Gale, no solo lo hace por que es
muy unida a su familia, sino porque mantiene su mente ocupada para mantener a
raya sus pensamientos como contendientes en los juegos del hambre. Después de
llevar la caza del día a la madre de Gale, Katniss se siente en deuda con todas
las personas del Quemador, en una platica con Gale se entero que Sae la
Grasienta la vieja que sirve sopa, empezó una recolección para patrocinar a ella y
a Peeta durante los juegos; así que Katniss recorre el quemador repartiendo sus
compras, para de alguna manera recompensar a esas personas que la mantuvieron
viva de dentro de la Arena.
Al retirarse del Quemador se dirige a la
aldea de los vencedores.
Peeta pasa el mayor de su tiempo dentro
de la cocina horneando, con el mismo propósito que Katniss intentar olvidar lo
que sucedió en la Arena. La relación de Katniss y Peeta es muy tensa ya que
durante la Arena fingieron estar enamorados con la intención de salir vivos de
los juegos, pero ahora muy apenas pueden mirarse a los ojos.
Cuando Katniss llega a casa, se encuentra
con el Presidente Snow, ella sabe que su visita no es buena desde que burló sus
sádicos juegos del hambre, cuando el Capitolio decreta que solo un tributo
puede vivir y tienes la audacia de desafiarlo entonces se supone que estas
armando una rebelión, Katniss mantuvo a Peeta y a ella con vida y su única
defensa para qué ambos salieran victoriosos de los juegos era fingir que estaba
enloquecida por un amor hacia Peeta.
Katniss tenía mucha razón respecto a las
intenciones de Snow; este le dijo que la había estado espiando sus salidas con
Gale todos los domingos a los alrededores del distrito y amenazó con matarlo si
ella hacia algún acto de rebelión durante el tour de la Victoria.
En conclusión ella tenía que seguir fingiendo
estar totalmente enamorada por Peeta para no levantar sospechas de que el
Capitolio había perdido poder sobre Panem.
Katniss le cuenta lo sucedido a Haymitch
y este le dice que lo mantenga en secreto.
Peeta y Katniss deciden hacer las pases
pues Peeta no quiere que se sigan ignorando en la vida real y escondiéndose de
las cámaras cada vez que aparecen y le ofrece a Katniss su amistad.
El primer distrito que visitan es el
distrito 11; el distrito de Rue, el Capitolio les dio un guion sobre su
discurso, una de las reglas es que si un vencedor tenia alianza con alguno de
los tributos en la Arena, aparte del discurso puede agregar comentarios
personales; a Katniss se le dificulta hablar frente a las familias de Thresh y
Rue, así que deja a Peeta que hable por ella, pero al mirar a la familia de Rue
siente que está en deuda con ella así que antes de irse decide decir unas
cuentas palabras “Quiero ofrecerles mis agradecimientos a los tributos del
Distrito Once. Sólo hablé con Thresh una vez. Tan sólo lo
bastante como para que me perdonara la vida. No lo conocía, pero siempre lo
respeté. Por su poder. Por su negación a
jugar los Juegos con las reglas de nadie salvo las suyas propias. Los tributos profesionales querían que se aliara con ellos desde el principio, pero él no
quería. Lo respeté. Pero siento como si conociera a Rue, y siempre estará conmigo. Todas las cosas hermosas me la traen a la mente. La veo en las flores amarillas
que crecen en la Pradera junto a mi casa. La veo en los sinsajos que cantan en los árboles. Pero más que nada, la veo en mi hermana, Prim”
jugar los Juegos con las reglas de nadie salvo las suyas propias. Los tributos profesionales querían que se aliara con ellos desde el principio, pero él no
quería. Lo respeté. Pero siento como si conociera a Rue, y siempre estará conmigo. Todas las cosas hermosas me la traen a la mente. La veo en las flores amarillas
que crecen en la Pradera junto a mi casa. La veo en los sinsajos que cantan en los árboles. Pero más que nada, la veo en mi hermana, Prim”
Después de haber terminado de hablar, un
hombre comienza a silbar la canción de Rue de cuatro notas de los sinsajos y
las personas ponen los tres dedos centrales de la mano izquierda contra sus
labios y los extienden hacia ella. El alcalde del distrito 11 los despide y
Peeta y Katniss caminan hacia dentro del Edificio de Justicia, al olvidar un
ramo de flores en el estrado, ambos regresan por el y se dan cuenta que los
agentes de la paz están arrastrando al hombre que silbo, lo suben por las
escaleras y le disparan en la cabeza.
Continúan en el Tour de la Victoria por
todos los distritos y el último lugar de su viaje es llegar al Capitolio, en
donde tendrían una ultima oportunidad de probar que ambos están enamorados y
que no hay motivo de rebelión en la entrevista con Caesar Flickerman.
Cuando Caesar les pregunta acerca de su
futuro Peeta se coloca de rodillas y le pide a Katniss que se case con el y
Katniss acepta. El publico está emocionado y locos de felicidad. El presidente
Snow los felicita personalmente.
Cuando Katniss y Peeta regresan
nuevamente al distrito 12, se suelta un rumor acerca que uno de los distritos
esta haciendo un levantamiento contra el Capitolio y Katniss habla con Gale
para que huyan lo mas lejos posible del distrito atravesando los bosques pero
Gale ve el levantamiento del distrito 8 como una manera de unírseles a la
batalla contra el capitulo y no accede irse. Como Gale no aceptó su plan;
Katniss decide contarle a Peeta su plan; Peeta accede de inmediato pero le dice
que antes de escapar se lo dirían a Haymitch.
Cuando Peeta y Katniss estaban apunto de
llegar al centro del distrito para visitar a la madre de Peeta en la panadería,
se encontraron con una multitud de gente en la plaza del centro y era ni más ni
menos que Gale atado de las muñecas a un poste de madera con la piel roja
levantada por los latigazos que ha recibido de un agente de la paz, Katniss
corre tan rápido abriéndose paso entre la multitud para poder detener el golpe,
al llegar en donde estaba Gale se interpuso entre el agente de la paz y él, por
mas que levantó los brazos lo único que recibió fue un latigazo en el lado
izquierdo del rostro. Katniss se pone la mano en la mejilla y antes de caer al
suelo se detiene con la otra mano.
Cuando está apunto de recibir el segundo latigazo Haymitch llega a
impedir que Katniss sea golpeada. El hombre del látigo reconoció a Haymitch
antes de Katniss y se detuvo sin antes argumentar que Gale se encontraba cazando
fuera de los límites del distrito. Haymitch lo amenazó de acusarlo al capitolio y este dejó que se llevaran a
Gale.
Días de pues del incidente con Gale,
Katniss salió a cazar al bosque, necesitaba respirar lejos del distrito; se
encontró con dos personas disfrazadas con trajes de agentes de la paz que huían
del distrito ocho en busca del distrito 13. Katniss no entendía lo que sucedía
pues tiempo atrás ese distrito había desaparecido por desafiar al Capitolio.
Pero estas personas dijeron que el Capitolio había estado usando las mismas
secuencias desde muchos años atrás del distrito 13 en la televisión. Katniss se
lo cometa a Haymitch pero el piensa que solo es un falso rumor.
Cuando todos se encuentran reunidos en
casa un aviso del Capitolio aparece en la pantalla, es el presidente Snow que
informa que en el septuagésimo quinto aniversario de los Juegos del Hambre habrá el tercer Quarter Quell diciendo lo
siguiente.
-En el septuagésimo quinto aniversario,
como recordatorio a los rebeldes de que incluso los más fuertes de entre ellos no pueden superar el
poder del Capitolio, los tributos masculino y femenino serán cosechados de
entre su existente colección de
vencedores.
vencedores.
Absolutamente esto quería decir que
Katniss regresaría a la Arena. Katniss salió corriendo de su casa en busca de
un lugar en donde reinara el silencio y cuando por fin se calmó fue a buscar a
Haymitch para hablar sobre lo que acababa de suceder, Katniss quería que
Haymitch regresara a la Arena, pero en el fondo ella sabia muy bien que Peeta
se presentaría voluntario si es que Haymitch saliera elegido con la intención
de protegerla, entonces Haymitch y Katniss llegaron a la conclusión de que esta
vez harían lo posible para traer de vuelta a Peeta sano y salvo, ya que ambos
se lo debían.
El día siguiente Haymitch, Peeta y
Katniss comienzan a trabajar juntos, Effi les lleva videos de combate acerca de
los contrincantes que participaran en estos juegos, la mayoría son personas
adultos e incluso una anciana. Y es así como empiezan a buscar las debilidades
de sus contrincantes. Aunque Gale no le tenga aprecio a Peeta y a Haymitch los
visita todos los domingos para enseñarles todo sobre como hacer trampas.
Dentro de los videos de combate Katniss y
Peeta deciden ver el video de los juegos en donde Haymitch resultó ganador.
Vieron como estaba a punto de morir y fue salvado por Maysilee Donner ambos se
aliaron pero al final se separaron para evitar quedar los dos al último y tener
que matarse entre ellos. Maysilee se adentra en el bosque y minutos después se
escuchan sus gritos, cuando Haymitch llega Maysilee esta muerta, ahora solo
queda una contrincante y Haymitch, ambos luchan entre ellos y Haymitch gana por
usar a su favor los límites de la Arena como un arma de combate.
Al llegar la ceremonia de apertura en
donde presentan a los tributos del Quarter Quell, Cinna; encargado de la
caracterización de Katniss Prepara todo para que Peeta y ella luzcan lo mejor
posible, esta vez tienen que ir con un disfraz referente al carbón por que su
distrito es el encargado de la minería.
Katniss y Peeta lucen tan bien en sus
vestuarios mientras suben a sus carros Katniss recuerda lo que Cinna le dijo “Cuando estés en
el carro esta vez, no saludes, no sonrías. Sólo quiero que mires siempre al
frente, como si toda la audiencia no mereciera tu atención.”
Antes de que Katniss y Peeta vallan a sus entrenamientos con todos los
tributos, Haymitch les sugiere que hagan una alianza con algunas personas y de
algún modo asegurar protección dentro de la Arena.
Katniss encuentra a los tributos del
distrito 3 Wiress y Beetee agradables, Beetee habla con Katniss acerca de cómo
reconocer un campo de fuerza.
El día final del entrenamiento cada
tributo tiene quince minutos para realizar algo que sorprenda a los vigilantes
de sus habilidades.
El primero en entrar es Peeta, con su
habilidad para dibujar, coge varios tintes y dibuja un cuadro de Rue tal y como
estaba después de que Katniss la cubriera de flores. El propósito de
Peeta fue hacerlos responsables por matar a esa pequeña niña. Después
de Peeta, Katniss entra a la sala; se dirige a la estación de nudos y agarra un trozo
de cuerda, después de diez minutos a conseguido un excepcional nudo, coge uno
de los maniquís de la sala y lo cuelga usando una de las barras de manera que
pende del cuello y pinta con los dedos en el cuerpo del maniquí “Seneca Crane”
El día de la audiencia para ingresar a la
Arena, Peeta y Katniss están listos para hablar frente a miles de personas, el
Presidente Snow ordenó que Katniss usara un vestido de novia que el había
puesto en votación, Cinna se molestó
pero al final accedió pero sin antes hacerle pequeña modificaciones; las cuales
no fueron notificadas a Snow. Cuando Katniss subió a la tribuna, Caesar se
encontraba ahí y le dijo lo siguiente “Katniss, obviamente esta es una noche
muy emotiva para todos. ¿Hay algo que querrías decir?” A lo que Katniss
respondió “Sólo que siento mucho que no puedas
ir a mi boda, pero me alegro de que por lo menos puedas verme en mi
vestido. ¿No es acaso la cosa más bonita?”
Cuando Katniss terminó de hablar comenzó
a girar tal y como Cinna le había indicado, al mirarse pudo notar que el
vestido estaba empezando a quemarse y volviéndose negro como el carbón, Katniss
no sabia lo que pasaba hasta que miró una de las pantallas que mostraban un
toma entera de ella, estaba vestida de negro salvo por las zonas
blancas en sus mangas. O debería decir sus alas. Cinna la había convertido en
un sinsajo…
El momento ha llegado, Katniss llega a la Sala de
Lanzamiento en la arena, Cinna la acompaña y le dice “recuerda, chica en
llamas, aún apuesto por ti. Cinna se aparta mientras el cilindro de cristal se
desliza hacia arriba pero todavía no se levanta hacia la plataforma, Katniss
mira desconcertada a Cinna, el cual parecía perplejo, en eso la puerta que
estaba detrás de él se abre y aparecen unos agentes de la paz que lo golpean
hasta que queda inmóvil.
Cuando el platillo sube a la
plataforma Katniss comienza a visualizar la arena y se da cuenta que esta
rodeada con agua. Después de un tiempo dan el pitazo y Katniss se tira al agua
nadando hacia la playa en donde encuentra un arco y al darse la vuelta
encuentra a Finnick con su tridente en mano. Ambos deciden aliarse, al encontrar
a Peeta, Mags la anciana que es compañera de Finnick se les une, y salen
corriendo adentrándose a la selva. Peeta lleva la delantera, cortando a través
de las zonas de vegetación densa con su largo cuchillo. Finnick va segundo
porque incluso aunque es el más poderoso, tiene sus manos ocupadas
cargando a Mags.
Cuando se detienen para evaluar el
lugar Katniss se da cuenta que a pocos metros de ella hay un campo de fuerza,
cuando esta a punto de advertirles, Peeta esta caminando metros delante de ella
abriendo paso con su cuchillo y ahí es cuando sale disparado atrás desde el
campo de fuerza atrás desde el campo de fuerza, tirando a Finnick y a Mags al
suelo. Katniss
se acerca donde Peeta yace inmóvil y
Finnick se acerca a darle primeros auxilios y Peeta despierta.
Todos siguen avanzando y después de
un rato caminando deciden parar para descansar, Katniss trepa a un árbol y
observa que la Arena es un perfecto circulo, Katniss se separa en busca de agua
por que ya empiezan a deshidratarse y cuando regresa sin resultados, Finnick y
Mags han construido una especie de cabaña. Resignados a pasar sed, se reúnen a
platicar y en eso cae un pequeño paracaídas plateado que traía un misterioso
artefacto, al que Katniss reconoció como un Spile. El Spile se utiliza para
incrustarlo en los arboles y obtener la savia de ellos, lo hacen y el agua
comienza a brotar el agua.
Al llegar la noche comienza a llover,
Katniss toma el turno para vigilar, al cesar la lluvia se da cuenta que una
niebla comienza a surgir, pero no es cualquier niebla; es como un gas venenoso,
de inmediato alerta a los demás y todos salen corriendo alejándose lo mas
rápido posible de la niebla. Finnick carga a Mags pero cuando se da cuenta que
Peeta y Katniss están yendo muy lento regresa por ellos, como Peeta sigue
herido Finnick le pide a Katniss que cargue a Mags mientras el se lleva a
Peeta. Mags pesa al menos treinta y cinco kilos pero Katniss comienza a sentir
los efectos de la niebla y comienza a caerse y no puede cargar más a Mags. Lo
que sigue es desconcertante por que Mags le da un beso en los labios a Finnick,
sonríe y se adentra a la niebla, su cuerpo da terribles sacudidas y muere.
Cuando Finnick no puede más cae al
suelo con Peeta y Katniss cae tras ellos. Cuando la chica sabe que están a punto
de morir la niebla ha desaparecido. Pero ya han llegado cerca de la playa,
Katniss se mete al agua y se da cuenta que liquido blanco sale de sus heridas;
el veneno.
Peeta hace lo mismo que Katniss y
después ambos ayudan a Finnick a sacar el veneno y limpian sus heridas; ya que
el chico yace en la Arena sin poder moverse. Al estar recuperados se dan cuenta
que están rodeados de mutos en forma de monos. Todos sacan sus armas y
comienzan a luchar contra los monos, cuando Katniss se queda sin flechas le
dice a Peeta que le pase las que el había guardado en la mochila, Peeta se da
vuelta para sacar las flechas y un mono sale disparado para atacarlo, Katniss
se da cuenta y se lanza para proteger a Peeta pero sabe que no podría
alcanzarlo, cuando cae al suelo sin triunfo, voltea y ve que la mujer del
distrito 6 usó su cuerpo para proteger a Peeta, minutos después la mujer sonríe
aferrándose a las ultimas palabras que Peeta le dirigió y muere.
Todos deciden que por el momento se
quedaran a acampar en la orilla de la selva, cuando llega la hora de la comida
van a pescar y reciben un paracaídas que trae consigo ungüento y pan. Disfrutan
del exquisito banquete, terminando de comer divisan a lo lejos, justo donde
comienza la orilla del mar una enorme ola bajando estruendosamente por la
pendiente, golpea la existente agua salada con semejante fuerza que, incluso aunque
los chicos se encuentran lejos de ella logra alcanzar sus tobillos.
La ola ha desaparecido y a lo lejos
se pueden distinguir tres cuerpos; el primero viene está prácticamente
arrastrado al segundo, y el tercero vaga en círculos, como si estuviera
loco.
Finnick reconoce de inmediato a Johanna y corre hacia ella, Katniss y Peeta
lo siguen, los otros dos cuerpos pertenecían a Wiress y a Beetee. Johanna les
da un resumen de todo lo que le sucedió, empezando por ser bañada con lluvia de
sangre, de haber perdido a su compañero al golpear un campo de fuerza y de
informar como Wiress había sido apuñalado en la cornucopia, en cuanto a Wiress
solo mencionó que se la ha pasado repitiendo “Tic, tac. Tic, tac.”
Después de que Katniss analizó la situación se
dio cuenta que Wiress tenia razón que la Arena era un reloj. Mandó a llamar a todos los que estaban ahí y
les explicó que era lo que estaba sucediendo. Sin darse cuenta cuatro de los
contrincantes atacaron, a la única que mataron fue a Wiress ya que todos
respondieron rápidamente al reconocer el silencio, y de los cuatro atacantes
solo sobrevivieron dos, Enobaria y Brutus.
Debido al suceso tuvieron que dejar la Arena y
adentrarse nuevamente a la selva, caminaron por algunos metros y Katniss se
separó de Peeta para cubrir a Finnick que buscaba un árbol para poner el Spile.
Un grito de desesperación se escuchó alejándose de los arboles, Katniss se dio
cuenta que era el grito de su hermana Prim, corrió buscándola pero no la veía,
cuando voltea hacia arriba ve un pequeño charlajo que imita la voz de su
hermana. Katniss lo silencia con una flecha en la
garganta. El pájaro cae al suelo le saca la flecha y le retuerce el cuello como
precaución, sabia que no era real, y que era un truco sádico de los vigilantes;
pero cuando Katniss es alcanzada por Finnick este escucha el grito de una mujer
que pide ayuda, es Annie la chica que el ama. Ahora es Finnick el que sale en
busca de la mujer, Katniss lo sigue tratando de explicarle que es solo un
truco. Él está a punto de entrar en pánico cuando Katniss sube a un árbol y
mata al charlajo tirándolo a los pies de aquél chico.
Los charlajos se caracterizan por
imitar los sonidos de las personas, y es ahí cuando llegan a la idea de que tal
ves, sus seres queridos hayan sido capturados y que ese grito sea real. Katniss
ahora escucha la voz de Gale empezando a gritar. Finnick le afirma que no es
real y la lleva de un brazo tratando de sacarla de allí, poco después se
encuentran con Peeta y Johanna, lo extraño es que parece que ambos están
hablando pero no logran escuchar nada. Hay una pared tan transparente, que
Finnick y Katniss chocan contra ella y rebotan contra el suelo de la
selva. Fue por eso que Peeta no fue a
buscarla pues una barrera invisible bloquea el área delante de ellos.
Entonces empiezan a llegar los pájaros. Y
un concierto de los horrores cuidadosamente orquestado empieza a salir de sus bocas. Finnick se da por vencido, encogiéndose sobre el suelo, apretando con todas sus fuerzas las manos contra sus oídos y Katniss por mas que lucha contra las aves cae rendida a un lado de Finnick, al termino de la tortura, la barrera cae y Peeta corre al lado de Katniss tratando de calmarla.
En la noche se reúnen todos en la
Playa para comer juntos, Katniss y Peeta deciden alejarse de su grupo cuando
hayan matado a Enobaria y a Brutus. Beetee esta organizando una trampa cuyo
objetivo es dejar a sus contrincantes electrocutados gracias al cable que
siempre carga consigo mismo.
Para llevar a cabo su trampa pide a
Johanna y a Katniss que vayan a la playa a estirarlo a través de la playa y
sumergir el carrete metálico dentro de la profundidad del agua. Cuando ambas
llegan a la playa Johanna golpea en la cabeza a Katniss y se queda tirada
tratando de asimilar lo que había pasado, pero observa como Johanna se sube
arriba de ella y le acuchilla su antebrazo una y otra vez, girando la punta de
su cuchillo.
-¡Quédate abajo!- sisea
Katniss no entiende nada, pero su
estado hace que se quede recostada en la orilla de la playa. Brutus y Enobaria
se acercan, la dan por muerta y vuelven a escapar.
Cuando Katniss empieza a
tranquilizarse recuerda que Peeta aun sigue en la selva y con dolor en su
antebrazo sale en busca de Peeta, pero al único que encuentra es a Beetee que
se encuentra tirado casi inconsciente. ¡KATNISS! Escucha gritar a Peeta, ella
sabe que él está lo suficiente alejado. Así que decide mandar una flecha hacia
la abertura que había en el campo de fuerza y a continuación la tierra explota
en lluvias de polvo y plantas. Un aerodeslizador se ubica de lado de Katniss y
al abrir los ojos el primer rostro que ve es el de Plutarch Heavensbee, Vigilante en Jefe, cuando el le cierra los ojos
Katniss cae desmayada.
Al despertar Katniss se encuentra en
una gran habitación .
Hay dos filas de camas una frente a la otra. Puedo junto a
ella están los demás vencedores. Enfrente a ella se encuentra Beetee atado a
muchos aparatos, ella solo piensa que “Solo déjenos morir” pero al volver en si
lo único que piensa es en Peeta y en lo que la gente del capitolio estarían
haciéndole, se levanta de la cama aun confundida.
A los primeros que encuentra es a
Haymitch, Plutarch y a Finnick hablando dentro de una sala. Haymitch se acerca
a ella y les explica que antes de entrar a la Arena tenían un plan para
sacarlos de ahí, varios distritos estaban enterados. Plutarch habia sido
durante varios años parte de un grupo que intentaba acabar con el Capitolio. Se
aseguró de que el cable estuviera entre las armas y Beetee era el encargado de
abrir un agujero en el campo de fuerza. Cuando el campo explotó trajeron a
todos los que pudieron al distrito 13, fue cuando Katniss se dio cuenta que
estaba en el distrito que siempre pensó que había desaparecido.
Cuando preguntó por Peeta le dijeron
que los tributos tenían que mantenerlo con vida por que si el moría sabían que
no habría modo de mantenerla en una alianza. Cuando volvió a preguntar por
Peeta, Haymitch le dijo que había sido capturado por el Capitolio. Salvaron a
Katniss antes que a Peeta porque ella era el sinsajo, el símbolo de la
revolución que están planeando efectuar.
Al final de este libro Katniss recibe
la visita de Gale informándole que su familia se encuentra a salvo y que el
distrito 12 ha sido destruido.
Fabiola Ordoñes Santillan
jueves, 15 de enero de 2015
Texto Científico: PROPUESTAS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA QUE FACILITE LA INCLUSIÓN EN LAS AULA
Las necesidades educativas especificas
se pueden definir como una restricción en la capacidad que tienen las personas para
acceder a la educación a causa de un impedimento por salud física mental,
problemas de aprendizaje o cualquier otra índole.
Con el fin de satisfacer las necesidades
únicas de los estudiantes se estableció el marco de la inclusión, que significa
que los dicentes con y sin discapacidad o dificultades, aprendan juntos en las
diversas instituciones educativas regulares, favoreciendo la convivencia entre
sí.
Analizando los problemas que
se presentaron durante el periodo de prácticas y a lo largo del semestre, para
favorecer la inclusión dentro de las aulas en escuelas regulares, pienso que
las siguientes propuestas ayudarían a conseguirla.
COMPROMISO
El maestro inclusivo debe de
ser un profesional comprometido con su profesión y con mente abierta a cambios
de mejora.
RECONOCIMIENTO
POR PARTE DEL DOCENTE DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES DE SUS ALUMNOS DURANTE LAS PRIMERAS SEMANAS DE CLASES.
Propongo que al inicio de
cada ciclo escolar, principalmente el docente, tome los días necesarios para
observar el comportamiento de los alumnos, llevando un registro dónde anote los
problemas que observa en cada niño
EL
DIÁLOGO, INTERÉS Y PARTICIPACIÓN DE ALUMNOS, MAESTROS, DIRECTIVOS, PADRES Y
MADRES DE FAMILIA PERMITE LA CONCIENCIA PARA TENER ÉXITO EN LA INCLUSIÓN.
Cuando el docente sabe que los alumnos presentan
dificultades en ciertas cosas o actitudes negativas en el aula, es necesario
que se lo haga saber a la directora, posteriormente con el permiso de ésta, citar
a los padres de familia; explicar como ha visto al grupo, los procedimientos e ideas que le gustaría hacer para cambiar los
problemas que se presentan y lo más esencial, explicar lo importante que es la
participación de los padres de familia en la inclusión.
ASISTENCIA
DEL MAESTRO INCLUSIVO A LOS PROGRAMAS DE PREPARACIÓN DOCENTE
Se necesita que el docente
esté preparado pedagógicamente, y si es posible se pueda especializar en
educación especial, uno de los compromisos del docente será aumentar los
conocimientos en las diferentes formas de comunicación como el lenguaje por
medio de señas y braille.
CONEXIÓN
CON LOS SERVICIOS EDUCATIVOS.
Para que los profesores
promuevan la educación inclusiva, su formación debe vincularse directamente con
los servicios educativos, ya sea con USAER, CAM o cualquier otro servicio
educativo tanto público como privado.
CREACIÓN
DE AMBIENTES DE APRENDIZAJE ARMÓNICOS
Para crear lazos de inclusión
entre los estudiantes, es necesario que haya un ambiente dónde los alumnos se
sientan en confianza, sin miedo a ser juzgados por sus compañeros, que el aula
sea un lugar en que se fomenten los valores, principalmente el de respeto,
tolerancia y solidaridad.
IMPLEMENTACIÓN
DE ESTRATEGIAS PARA LOGRAR APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS
El docente al estar informado
y preparado en distintos aspectos de lo que conlleva las necesidades educativas
específicas, será capaz de realizar e implementar investigaciones-acción, y así obtener las
estrategias de aprendizaje convenientes.
INTEGRACIÓN
DE LAS HERRAMIENTAS TECNOLÓGICAS
Al utilizar las TIC’s dentro
de las planeaciones, podemos favorecer las diferentes formas en que los alumnos
aprenden.
USO
DE MATERIAL DIDÁCTICO
Dentro de las observaciones
en mis prácticas me percaté que cuando se usa material didáctico, la mayor
parte del grupo está atento y participativo. En lo personal es lo que más me
encanta como maestra practicante, que los alumnos estén interesados por el tema
y por supuesto que participen. Esta es una propuesta que funcionará de manera
efectiva, y que ayudará a los niños más tímidos a participar, siempre y cuando
el maestro fomente el respeto.
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